Cuando la llamada a cobro revertido
desde el país del olvido no cesa de sonar.
Sólo deseas que aparezca aunque sea un espejismo
aunque se vaya con la luz del alba
aunque no quiera regresar.
Y aunque ahora vuelas solo
saltas sin paracaídas
sólo esperas que una salvavidas
te bese durante la caída
y te haga el amor antes de chocar.
Cuando la única compañía
es el tinto de melancolía
el vaso medio vacío
medio lleno de soledad.
Te das cuenta de que escribir no cura las heridas
Recordando no se consigue olvidar.
La primera vez que lo leí ya me gustó, y ahora que lo he vuelto a hacer, más.
ResponderEliminarTe digo lo mismo, sigue escribiendo y más a menudo porque vale la pena leer cosas así.
El último verso es el que más me llega y gusta, a pesar de que resulta obvio, todos los hacemos, y siempre duele igual.