Hay veces que escuchas canciones y no te hace falta letra, solo unas notas rasgadas en las seis cuerdas afinadas de mástil a puente. Hay veces que con ver que el mismo que toca la guitarra está igual de emocionado que tu, te emociona y te hace sentir distinto y te hacer ver que tu quieres provocar lo mismo, quieres emocionarte y emocionar.
La Stratocaster más preciosa del mundo, la de Stevie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario