-¿Te has fijado en aquella chica?-
- ¿En cuál?-
- Esa de ahí que está con sus amigas, esa que no deja de
mirarte-
- Sí, ¿y qué?-
- Que es lo ideal para olvidarte de ella, para demostrarte
que no es tan necesaria en tu vida, que puedes estar con otras. Que hay vida
después de ella.
Acabaron de actuar, sobre las cinco de la mañana él estaba
con los chicos del grupo tocando con las acústicas, estaban ya en un estado total
de desfase. De repente su amigo llegó su amigo con el grupo de chicas, no le
apetecía nada estar ahora con ellas, pero empezó a entablar una conversación
con la chica que hace un rato le miraba.
-¿Tienes fuego?- Le dijo ella, mientras se colocaba el
cigarro entre los labios.
-Sí, toma- La voz de él, era la típica voz que se aferra en
la garganta a las seis de la mañana después de hora de alcohol, tabaco, y rock and
roll.
- Me ha gustado mucho vuestro concierto, sobretodo tú.
-¿Sí?, me alegro-
La gente se fue yendo, paulatinamente, y a cuando el sol ya
competía con las farolas de la calle todavía encendidas, su amigo y una amiga
de ella se despedían para irse a casa de ella. Solo quedaban ellos dos tres
cervezas, tabaco y la guitarra.
-Tu amigo me ha dicho que tienes una buhardilla cerca de
aquí. ¿Me invitas a tomar la última?- Dudó unos segundos, pero finalmente le
dijo que si y los dos se dirigieron hacía la pequeña buhardilla.
- Pasa, te enseñaría la casa, pero se ve entera desde aquí.
Ahora vengo voy a darme una ducha rápida, ponte cómoda, en la cocina tienes las
botellas, sírvete-
Cuando salió de la ducha, la encontró dormida en el sofá, al
lado de una botella medio vacía. La pasó a la cama y se acostó a su lado, puso
un vinilo en el tocadiscos y cerro los ojos.
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