Las estaciones vuelan, los recuerdos también. Quizás recordarte tumbada no sea la mejor opción y pensar en todo lo no vivido tampoco. Y aunque Pensé que necesitabas mi amor, robaste mi corazón hay veces que es mejor volar con ello, dejarlo sangrar y beber riendo para olvidar lo llorado, exorcizarlo con la guitarra y fumar para que el humo de la melancolía llene tus pulmones por última vez.
Ilusiona tu corazón con pensamientos utópicos de amor, para distraerlo hasta que llegue el momento en que cruces la barrera de la cordura alcanzando así esa utopía que hará que no tenga nada sentido más una cosa el sentir desde las entrañas hasta cejas que no se puede vivir sin esa utopía.
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